jugar
Mi novia vive en Armenia y fue ella la que me mostró este jueguito. Ella sabe que a mí me gustan las cosas simples, sin tantas reglas, y me dijo que en minas apuestas había algo que podría gustarme. Le hice caso y terminé jugando más que ella. Perdí las dos primeras rondas, pero después agarré una buena racha. Lo mejor es que podés elegir cuántas minas querés en el tablero, así ajustás la dificultad a tu gusto. Ya hasta tengo mi “ritual” antes de jugar.
3 vistas